Manual de Buenas Prácticas para Garantizar la Seguridad de las Trabajadoras Sexuales

La seguridad y el bienestar de las trabajadoras sexuales son aspectos fundamentales que deben priorizarse en la práctica de esta actividad. A continuación, se presentan una serie de consejos y buenas prácticas recopiladas de diversas fuentes y experiencias para minimizar riesgos y garantizar un entorno laboral más seguro.

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Prevención de la explotación y el contacto con mafias:

1. Conocimiento de la legislación: Informarse sobre los derechos legales y regulaciones locales relacionadas con la prostitución puede ayudar a reconocer situaciones de explotación y tomar decisiones informadas.
2. Red de apoyo: Mantener contacto con organizaciones de apoyo a trabajadoras sexuales, ONGs o colectivos puede brindar orientación y ayuda en caso de ser necesario.
3. Comunicación clara con clientes: Establecer límites y condiciones claras antes del encuentro con el cliente puede prevenir situaciones problemáticas.

Encuentro con el cliente:

1. Verificación del cliente: Solicitar información básica o referencias sobre el cliente puede ayudar a establecer una mayor confianza.
2. Entorno seguro: Preferir encuentros en lugares conocidos y seguros, como hoteles establecidos, y evitar lugares aislados o desconocidos.
3. Comunicación durante el encuentro: Mantener un contacto discreto con una persona de confianza durante el servicio puede ser útil para asegurar la propia seguridad.

Pago y desarrollo del servicio:

1. Acuerdo claro de pago: Establecer el precio y las condiciones de pago de forma previa y clara ayuda a evitar malentendidos o conflictos durante el encuentro.
2. Manejo seguro del dinero: Mantener el dinero en un lugar seguro y fuera del alcance del cliente hasta que se haya acordado y completado el servicio.

Despedida del cliente:

1. Verificación de seguridad: Confirmar que el cliente ha abandonado el lugar de encuentro antes de retirarse puede evitar situaciones incómodas.
2. Mantener discreción: Evitar revelar información personal o detalles que puedan comprometer la seguridad al despedirse del cliente.

Traslados y lugares de trabajo:

1. Seguridad en los traslados: Utilizar medios de transporte seguros y conocidos al desplazarse entre lugares de trabajo.
2. Seguridad en los espacios de trabajo: Mantener siempre la posibilidad de una salida segura en cualquier lugar donde se realice el trabajo, ya sea propio o del cliente.

Es crucial recordar que estos consejos son orientativos y pueden variar según las circunstancias individuales. La seguridad personal es primordial y ante cualquier situación de riesgo, se recomienda buscar ayuda profesional o contactar a las autoridades pertinentes.

Recursos adicionales

Estos enlaces proporcionan información detallada sobre cómo protegerse contra abusos, obtener beneficios laborales y garantizar la seguridad en el trabajo sexual.

• Política de IPPF sobre trabajo sexual: Este documento reconoce el trabajo sexual como un trabajo formal y propone que las trabajadoras sexuales reciban beneficios como licencias de maternidad y otros derechos laborales que les permitan operar en un entorno más seguro [1].
• Ley Orgánica 10/2022 de Garantía Integral de la Libertad Sexual: Esta ley, aunque dirigida principalmente a combatir la violencia sexual, ofrece un marco legal que puede ser utilizado por trabajadoras sexuales para protegerse contra abusos y explotación [2].
• Orientaciones sobre la Protección contra la Explotación, Abuso y Acoso Sexuales (PSEAH): Estas orientaciones ofrecen pautas para prevenir y responder ante la explotación y abuso sexual, un riesgo al que se enfrentan muchas trabajadoras sexuales [3].
• Amnistía Internacional: Derechos Humanos de las Trabajadoras Sexuales: Un análisis sobre cómo el estigma y la falta de protección legal afectan a las trabajadoras sexuales y recomendaciones para mejorar su situación [4].
• Derechos laborales y sanitarios de las trabajadoras sexuales: Publicación que aborda el derecho de las trabajadoras sexuales a afiliarse al sistema de seguridad social y recibir atención sanitaria adecuada [5].

En última instancia, la colaboración entre trabajadoras sexuales, organizaciones de apoyo y autoridades puede contribuir significativamente a la creación de un entorno más seguro y respetuoso para quienes ejercen esta labor.

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Este manual se basa en la recopilación de información proveniente de diversas fuentes y tiene como objetivo ofrecer pautas generales para la seguridad en el trabajo sexual. Es fundamental adaptar estas recomendaciones a las circunstancias y leyes locales específicas, y siempre se recomienda buscar orientación profesional en caso de necesidad.